Nací el 22 de septiembre de 1986 en la ciudad de Bogotá D.C, para los que no lo saben, es la capital de Colombia, país ubicado en Suramérica.
A la tierna edad de 5 años comenzó mi gusto por la tecnología, edad aproximada en que pude llegar a “jugar” con un ordenador. Mi padre lo compró con la última tecnología a la fecha, si mi memoria no me falla, fue un Acer 386 el cual, venía equipado con un lector de CD-ROM y disquetes, una tarjeta de sonido Sound Blaster, 12Mb de Ram e incluía una impresora HP a color, un monitor que pesaba más que yo y sus periféricos, en fin, un maquinón.
Luego de pelearme varios meses con el fabuloso Windows 3.11 y su tutorial sobre el uso de ratón, un día cualquiera mi padre llegó con 10 o 12 disquetes a casa y me dijo: “ya viene un técnico que nos va a actualizar el ordenador, presta atención para que aprendas”. Dicho y hecho, el técnico instaló Windows 95 y yo tomé atenta nota de todo lo que hacía, más adelante esto salvaría mi vida en varias ocasiones luego de dañar el ordenador.
Los años pasaron y seguí metido en todo este mundo tecnológico, apoyado por mis padres que siempre intentaron darme lo necesario para suplir mi curiosidad que, a largo plazo, causaría que mi gusto por los ordenadores influyera en la decisión más importante para un recién salido del colegio: ¿qué voy a estudiar? Para sorpresa de mis padres y familiares, lo tenía más que claro, la respuesta fue: Ingeniería de Sistema y Computación. Lo que no sabía es que a final de cuentas esto no tendría nada que ver con lo que me imaginaba, pero tengo que admitir que tal vez fue mejor de lo que pensaba.
Simultáneamente, combinaba mis estudios con otro de mis hobbies; la música, asistiendo a innumerables conciertos de muchas de mis bandas favoritas durante años e intentando aprenderme los mejores éxitos en guitarra. Recuerdo gratamente los que, según mi opinión, fueron los mejores conciertos en los que he estado hasta antes de llegar al viejo continente: Dark Tranquillity, Therion, Iron Maiden, Kreator, Angra (con Edu, ¡claro!), Nightwish (con Tarja, ¡sin duda!), Apocalyptica, Haggard y Shadows Fall -artistas internacionales invitados al Rock Al Parque, el festival latinoamericano gratuito más grande del continente- entre muchos otros, cuya calidad llenaron mis expectativas.
Creé un portal web dedicado a difundir y crear comunidad sobre todo lo relacionado con el rock y el metal en Bogotá, MetalBogotá (www.metalbogota.net, ya no existe), convirtiéndose en uno de los cuatro portales más visitados de la escena y estando siempre presente durante los eventos más importantes, lamentablemente, entre el tiempo que demandaban estas cosas y, lo que les contaré a continuación, no lo pude seguir sosteniendo.
Luego de terminar la universidad hice lo que todo egresado hace; ponerse a trabajar. Tuve la fortuna que había estado trabajando desde segundo año de la universidad desarrollando aplicaciones web y que hice mi práctica en una empresa con renombre, así que conseguir un trabajo no fue un problema. Hasta este momento, ya desarrollaba en Java, C++ y un código PHP horrible y espaguetoso. Tengo que decir que la suerte me sonrió, justo en este momento en que estaba en una duda tecnológica sobre mi futuro, qué lenguaje enfocarme, coincidí en una de las pocas, si no, la única empresa en Colombia, que hacían y hacen hasta hoy en día, proyectos en Symfony, claro era el 1.1 o 1.2, pero este fue mi primer acercamiento a un desarrollo PHP estructurado. Dos años y medio de trabajo ahí, me dejaron un profundo conocimiento del potencial que este proyecto tenía.
Pasé por dos empresas tecnológicamente atrasadas que me desmotivaron como ingeniero, tecnologías de hace más de 10 años, es en este punto donde decidí fundar mi propia empresa: Easy-Web no solo como una iniciativa de negocio si no para seguir profundizando en temas de desarrollo y poniéndole algo de emoción de la cual carecía en mi trabajo.
Empecé a dirigir pequeños grupos para la realización de proyectos de envergadura mediana y encontré que tenía muchas falencias en dirección. Busqué alternativas para formarme y me llamó la atención una en específico, era un Máster en Dirección de Proyectos. Pensando que era hora de hacer un cambio en mi vida y aprovechando que no tenía nada que me atará además de mi familia, terminé viajando a una de las ciudades más bonitas que he conocido, llena de cultura, historias, mitos y leyendas, además de personas muy valiosas y emprendedoras, hablo de Barcelona.
Recordando una de mis grandes aficiones, aproveché mi llegada al viejo continente, donde me instalé a vivir, para ir a los más grandes festivales de metal, a esos que siempre quise tener cerca pero que, literalmente no existían en Suramérica. Asistí a Metal Days (Tolmin, Eslovenia), Hellfest (Clisson, Francia), Leyendas de Rock (Alicante, España), Rock Fest BCN (Barcelona, España), Wacken (Wacken, Alemania) y muchos otros. Además tuve la fortuna de conocer a mi banda favorita, no solo viéndola en vivo, si no, asistiendo a la firma de autógrafos, me refiero a Ensiferum, una banda finesa de viking metal.
Paralelamente, tuve la oportunidad de pertenecer a los departamentos de tecnología de varias empresas con sede en mi nuevo hogar. En ellas conocí probablemente a los mejores profesionales de toda mi carrera y también a muchos de mis mejores amigos, destaco en particular a: Ofertix, Atrápalo, Kodify, Holaluz y Seat:Code (hasta la fecha).
Este proceso ha potenciado mis habilidades e inquietudes y me ha permitido abrir nuevas perspectivas creativas en un entorno de mejora tecnológica y aprendizaje continuo, muy diferente a lo que estaba acostumbrado. La utilización de nuevas tecnologías para el mejoramiento de procesos o simplemente el aprenderlas, han dejado en mí un legado que perdurará.
Continuará…