Los proyectos de software de gran envergadura con cientos de desarrolladores aportando nuevos desarrollo y corrección de “bugs” afrontan no solo retos a nivel de desarrollo. Hoy hablaré del gran olvidado, la gestión de GIT durante los “releases” de versión de larga duración.
Imaginemos como escenario inicial una “feature branch”, que lleva un par de semanas siendo desarrollada con algunas funcionalidades ya implementadas y una rama “master” donde se han ido subiendo correcciones y arreglos como se ve en el siguiente gráfico:
A este punto el cómo unir la “feature branch” a “master” sería fácil, aunque puede que tengamos que resolver unos cuantos conflictos. Imaginemos ahora que la “feature” es un cambio estructural profundo y toma cerca de 10 meses en completar, mientras la rama “master” sigue recibiendo actualizaciones y correcciones de errores.
Somos las personas encargadas de realizar el lanzamiento de la nueva versión y nos enfrentamos a un “merge” de 10 meses de bifurcación entre las ramas. ¿Veis el problema que nos espera? Seguramente serán cientos de conflictos a arreglar, un proceso extremadamente tedioso, aunque posible.
Ahora la pregunta sería: ¿Podemos evitar esta situación de alguna forma? La primera idea que nos viene a la cabeza sería ir haciendo “merge” a la rama “master” en “feature” lo que ocasionará cientos de “commits” extras. La segunda sería ir haciendo “rebase” sobre las ramas nombradas anteriormente, lo cual es totalmente inviable porque cambiaría la historia pública, romperíamos la regla de oro de GIT.
Ya sin ideas es donde os traigo una buena noticia: GIT nos da una herramienta no muy conocida que simplifica este escenario haciéndolo “trivial”.
La opción mágica —que no es tan mágica— se llama “reuse recorded resolution” más conocida por sus siglas “rerere”. Para activarla hay que cambiar la siguiente configuración:
Al activar esta opción GIT guardará y reutilizará las resoluciones de conflictos de forma automática, el procedimiento entonces para arreglar la problemática planteada es:
Ahora imaginemos que es hora de hacer el merge final, siguiendo con el procedimiento normal, el rerere sería capaz de aplicar las resoluciones antes realizadas durante meses y completar la que antes era una tarea interminable y riesgosa en cuestión de minutos.